Regalos sin empaque
- Paula Lanata Cedeño
- 23 dic 2023
- 3 Min. de lectura
Hay regalos para los que no alcanza el papel, otros para los que no han inventado una caja o que simplemente no entran debajo del árbol. Regalos que difícilmente tienen descuento y que tampoco vienen en serie. Pensé mucho en escribir estas líneas porque creo que llevo varias Navidades diciendo lo mismo. Sin embargo, mientras descansaba profundamente en la mitad de la selva, estas ideas empezaron a bailar en mi cabeza. Así que obedeciendo al llamado me pondré a escribir.
Para que se hagan una idea, estoy tratando de conectarme al máximo con el viento, aprovechando la luz de estos cielos eternos y con más naturaleza de la que estoy acostumbrada. También tengo el corazón tranquilo, llenito y creciendo saludablemente. Sí, yo creo que el corazón debe aumentar su tamaño porque al multiplicar sentimientos o cosas bonitas se necesita espacio para lo nuevo y también para los recuerdos, entonces aquí no aplica lo de “liberar memoria”.
Navidad es la fecha ideal para escribir cosas un poco románticas y cursis con licencia. Por eso estamos inundados con fotos de cenas navideñas, de amigas que salen de brunch, de tiendas con el regalo perfecto para mamá, la suegra y la amiga secreta del trabajo. Estas líneas no tratarán de regalos de Navidad, lo acabo de decidir. Serán regalos para toda la vida, para todo el año. Que puedas envolver, desenvolver y envolver las veces que quieras. Que no tienen temporalidad, tampoco fecha de caducidad. Que quedan bien en cualquier temporada del año, que cambian de olor con frecuencia y su sabor es delicioso en cualquier momento que quieras probarlos. No tenemos el contingente del Polo Norte, pero en un clic podremos enviar esto a quienes no tenemos tan cerca y aun así queremos sorprender.
Despertador de agradecimiento: Porque levantarse con el último escándalo político o con algún atentado al otro lado del mundo no son necesariamente las mejores formas de empezar. Aunque los minutos de la mañana siempre son un desafío por lo rápido que pasan, tratemos de conectar un poquito al desayunar, al preparar la comida y hacer que rinda el tiempo.
Perfume de resiliencia: Cada uno de nosotros sabe sus grises y sus negros, cuánto costó terminar un año más o lo que sufrió por algún episodio determinado. No nos olvidemos que si llegamos hasta acá, también fue por nuestra fortaleza interior, por las prioridades que pusimos en esta vuelta al sol. Si necesitas levantarte, si necesitas pausar para curarte, aquí estará tu equipo y quien te envía este mensaje.
Repelente de sobrepensamientos: Este viene en grandes cantidades porque se necesita con más frecuencia de lo que estamos dispuestos a aceptar. Mira hacia atrás, mira lo que lograste, no te evalúes con la futilidad que muchas veces encontramos en Instagram. Haz ese viaje que habías pensando, toma ese nuevo reto laboral, aplica a esa oportunidad académica que siempre has querido. Solo estamos tarde para no hacer las cosas.
Podcast para reírte en el tráfico: Este regalo es bastante abierto, aplica para el tráfico, para los errores, para los desaciertos. Para todo lo que nos debería preocupar o ponernos tristes por un largo rato. Pide perdón si tienes que hacerlo, toma medidas y pasa la página. En este mundo no tenemos un contrato indefinido, así que aprovecha los días que te quedan.
Podría hacer una lista interminable de regalos, pero estoy segura de que un sneak peek servirá de idea para todo lo que nos gustaría dar con el pretexto de estas fechas. Aunque estos regalos sean difíciles de mantener, entender y vivirlos al máximo. ¿Quién mejor que nuestra terapeuta para dar fe de cómo, a veces, nos gusta estar en círculos o caer en abismos innecesarios? Que sea una fecha para reconectar, para repensar, para ser más empáticos con el otro, más prudentes en las conversaciones y más agradecidos incluso por el simple hecho de seguir aquí.
¡Felices fiestas! ¡Feliz año nuevo! ¡Feliz vida!



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